Aunque desde hace algunos años ya arrastraba problemas de salud, el repentino y por tanto inesperado fallecimiento de Mariana Cornejo “Mariana de Cádiz” ha cogido por sorpresa y conmocionado a toda la afición. Esta paradigmática y popular cantaora, sobrina del gran “Canalejas de Puerto Real”, nos deja con tan sólo 66 años de edad, en plena madurez artística. Junto con su paisano “Chano Lobato”, era uno de los más firmes exponentes del salero, la dulzura y la gracia gaditana, que derramaba a borbotones en cada una de sus actuaciones, y de la que contagiaba al público de manera instantánea.
La última vez que la disfrutamos en La Unión, fue en la 49ª edición de nuestro Festival, en agosto de 2009. En su recital, esta artista -dotada como pocos de ese gen del desparpajo y la espontaneidad propia de su tierra, Caí,y de esa sonrisa de por lo menos un millón de watios – se metió al público en el bolsillo a los pocos minutos de salir al proscenio, dejando cautivado al respetable con su dominio del compás y sus célebres interpretaciones por tanguillos y alegrías de Cádiz.
Su desaparición – en un momento en el que estaba inmersa en interesantes proyectos artísticos – supone una gran pérdida para el mundo del flamenco, especialmente para la afición, de la que esta maestra de las chuflillas de Cádiz se había ganado por méritos propios, el respeto, cariño y admiración.
Desde la Fundación Cante de las Minas queremos testimoniar nuestro más sentido pésame por tan irreparable pérdida, y solidarizarnos con el dolor de su familia, amigos y cabales en general.
Descanse en Paz.