El Ayuntamiento de La Unión ha recibido la notificación por parte del Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, de la licitación del contrato para la actualización del proyecto de regeneración y adecuación ambiental de la bahía de Portmán por un presupuesto base de 368.948,40€. El plazo de presentación de ofertas concluye el 30 de junio.
La alcaldesa en funciones, Elena Lozano Bleda, ha asegurado que éste es un paso previo imprescindible para poder seguir acometiendo la regeneración de la bahía con todas las garantías de respeto al medio ambiente y a la salud de los ciudadanos, ya que han sido numerosos los impedimentos respecto al proyecto de 2015, un proyecto que ha quedado obsoleto por la complejidad de los procesos en los movimientos de tierras acometidos hasta la fecha.
Lozano Bleda ha destacado que para la actualización del proyecto se tendrán en cuenta las sugerencias aportadas por las organizaciones vecinales, sociales y ecologistas en su escrito de 3 de septiembre de 2020, presentado a raíz de la reunión de la Comisión de Seguimiento del Convenio para la regeneración ambiental de la bahía de Portmán celebrada el 8 de julio de 2020.
Desde el Ministerio se mantiene la firme voluntad de continuar las actuaciones en la bahía de Portmán mediante esta licitación que implica la contratación del servicio para la redacción de un proyecto actualizado con el objetivo de solventar la imposibilidad de ejecutar las obras cumpliendo los requisitos impuestos por la declaración de impacto ambiental y la normativa vigente.
Fuentes del Ministerio señalan que con este contrato se llevarán a cabo los trabajos que permitan solventar los problemas detectados durante las obras, relacionados con la elaboración del plan de gestión de residuos a depositar en la corta minera San José, el secado del sólido procedente del dragado, el cumplimiento de las condiciones de vertido del agua extraída y el control de la turbidez generada por la remoción de los residuos depositados en la bahía.
Las obras a proyectar consisten en la recuperación y adecuación ambiental de la bahía de Portmán, de acuerdo con la alternativa seleccionada de entre todas las posibles, resultantes de los estudios que abarquen tanto la fase de dragado, como el acondicionamiento del vertedero de relaves mineros, así como la totalidad de actuaciones que se deben considerar para garantizar la protección del medio ambiente y la salud de las personas.
Según indica el Ministerio, el trabajo a desarrollar tendrá tres fases diferenciadas:
Una primera fase abordará la realización de estudios iniciales para seleccionar la solución que se desarrollará al elaborar el proyecto. Se recopilará y estudiará cuanta información documental se encuentre disponible, realizando, asimismo, los estudios de campo o gabinete que sean necesarios y, como mínimo, los siguientes:
- Topografía y batimetría de toda la zona de la bahía de Portmán, incluyendo la playa del Lastre y cortas mineras que se propongan como depósito.
- Caracterización de biocenosis marinas: cartografía bionómica de detalle y caracterización de las comunidades bentónicas.
- Estudio del clima marítimo, del oleaje en aguas profundas y su propagación hasta la bahía.
- Estudio de dinámica litoral, evolución histórica de la playa, formas en planta y perfil de equilibrio, variabilidad de la playa.
- Se elaborará un plan específico de dragado que minimice los impactos ambientales relacionados con la generación de turbidez y la transferencia de metales pesados a la columna de agua y a la cadena trófica.
- Definición del procedimiento de secado del material dragado y del tratamiento del agua previo a su vertido al mar.
- Estudios iniciales para el depósito de residuos mineros en diferentes ubicaciones, diseño previo de la instalación, cierre y clausura.
- Modos de transporte de materiales a depósito.
- Necesidades de potencia y energía eléctrica de las distintas instalaciones necesarias para el dragado, tratamiento y transporte del material de la bahía
- Estudio de identificación y elección de alternativas, análisis de los potenciales impactos de cada una de ellas, valoración de ventajas e inconvenientes en términos de seguridad para la salud de las personas y el medio ambiente, costes asociados, incertidumbres, etc.
Posteriormente, en una segunda fase se redactará el proyecto de construcción y el estudio de impacto ambiental, que serán sometidos a información pública, y se recabarán los informes de las administraciones que correspondan.
En caso de resultar necesario, se llevará a cabo el procedimiento de evaluación de impacto ambiental. La última revisión del proyecto incorporará los condicionantes que se establezcan en la declaración de impacto ambiental con la que finaliza este procedimiento.
Según el Ministerio, el plazo total para el desarrollo de los trabajos será de nueve meses, a partir de la firma del contrato, prevista para final de año. No obstante, deberá tenerse en cuenta que el contrato podrá suspenderse temporalmente para realizar consultas a administraciones públicas y entidades interesadas y, tal vez, para la tramitación del procedimiento de evaluación de impacto ambiental.